Que privilegio NO SENTIR

Una vez más vuelvo al deseo sin sentido alguno de poder NO sentir, sí, poder no sentir porque la verdad, estoy agotada.

Estoy agotada como lo estuve en 2015 cuando quedé quebrada y destruida todo un diciembre porque una relación no se dió, como lo estuve el día de mi cumpleaños cuando espere su mensaje y no llegó, en fin, agotada una vez más.

También tengo miedo y si me hubiesen pedido una combinación peor que está no lo hubiese logrado. El agotamiento y el miedo no son un gran match para transitar los duelos, los momentos difíciles, peor aún, tu despedida.

Sé que el miedo siempre estará y que abrazarlo es la mejor forma de poder caminar en tranquilidad y caos, y cuando digo tranquilidad me refiero a estar en paz con la decisión de soltar algo inmenso por otro proyecto que termina siendo completamente fiel a él.

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